Las grandes tendencias y el ritmo al que se mueve el mundo desafían constantemente a las empresas a desarrollar nuevas soluciones, productos, ideas y experiencias. En este escenario, creatividad e innovación son dos ejes centrales para alcanzar el éxito organizacional. Estos dos aspectos, combinados, son las claves para un crecimiento sostenido y rentable. Lejos de ser simples opciones, constituyen imperativos de negocio para mantenerse competitivos en cada industria.
¿Qué están haciendo las empresas líderes para potenciar la creatividad? ¿Son los datos y los perfiles analíticos incompatibles con las buenas ideas? ¿De qué manera se puede impulsar la innovación?
Creatividad y análisis: cuando las buenas ideas se sustentan en datos
Desde siempre, se ha creído que las buenas ideas no son amigas de los números y el análisis cuantitativo. Pero las empresas que sostienen esta mentalidad están desaprovechando un potencial enorme. Según un informe de Mckinsey & Company, las organizaciones integradoras -que combinan la creatividad con los datos- tienen tasas de crecimiento dos veces más altas que aquellas que no lo hacen (también conocidas como organizaciones aisladoras).
Integrar creatividad con capacidades analíticas cuantitativas debe ser transversal a toda la cadena de valor de una organización. Desde la estrategia de marca y el conocimiento del consumidor, hasta la experiencia del cliente, el producto, los precios, el desarrollo creativo e incluso la medición.
3 claves para hacer de la creatividad un motor de crecimiento
1 | Tomar creatividad y datos como elementos indisociables
En las organizaciones integradoras, las funciones creativas son cada vez más basadas en datos y las funciones basadas en datos se están volviendo cada vez más creativas. Un área donde esto predomina es en la de experiencia de cliente. A menudo, esta función está supervisada por personas creativas que elaboran estrategias para superar las expectativas y potenciar los viajes de los clientes. Pero hoy, el análisis de datos está siendo fundamental para esta tarea. Descubrir las intenciones, los puntos de dolor y los intereses de los clientes con datos e información es parte del proceso para mejorar su experiencia, no una actividad adyacente separada. En promedio, y según un informe de Mckinsey, las empresas que logran esto ponen en práctica 4 o más tipos de conocimientos y técnicas análiticas, que van desde algunas tradicionales (como grupos focales) hasta otras más avanzadas (como el uso de inteligencia artificial).
2 | Reinventar las metodologías de trabajo
Las empresas integradoras han construido estructuras de trabajo que les permiten innovar más eficientemente. Se trata de equipos multidisciplinarios, de alto rendimiento y autónomos, con talentos de marketing, IT y otras áreas de la empresa. Estos grupos de trabajo prueban ideas, contenidos, mensajes y propuestas de valor mucho más rápido. Como resultado, los tiempos de creación e implementación de nuevas campañas se reducen a semanas o incluso días. Una investigación de Mckinsey -realizada a altos ejecutivos de más de 200 empresas líderes- arrojó que las organizaciones integradoras habían tenido el doble de éxito que las aisladoras y cuatro veces más éxito que las inactivas al implementar este tipo de estructuras en los equipos de trabajo.
3 | Buscar talentos con visión holística
Las empresas integradoras están buscando líderes con habilidades a la altura del escenario actual. La clave para esto es abandonar ciertos prejuicios: las personas con perfiles analíticos pueden tener una imaginación extraordinaria y, a la inversa, las creativas pueden ser perfectamente racionales, análiticas y metódicas.
Innovación, la otra cara de la moneda
“Para cualquier pensamiento innovador es necesario contar con una dosis de creatividad, pues ese es el núcleo de las ideas originales”, dice un artículo de Crehana. En un mundo cada vez más competitivo y exigente, combinar ambas capacidades puede resultar altamente beneficioso. El ritmo de cambio se acelera día a día, por lo que las empresas tienen que tener en cuenta un conjunto de factores estratégicos, creativos, de ejecución y organizativos para innovar con éxito. Estos son algunos de ellos según Mckinsey & Company:
1 | Plantear objetivos claros
Las palabras inspiradoras o las aspiraciones sin objetivos son insuficientes en materia de innovación. El primer paso debe ser cuantificar objetivos y hacerlos parte de los planes estratégicos. Sin embargo, esta también es una condición necesaria, pero no suficiente, para lograr la innovación. ¿Qué hace falta entonces? Mckinsey & Company lo explica de esta manera: “Establecer una aspiración de innovación cuantitativa no es suficiente. Debe distribuirse en cascada a sus organizaciones en forma de objetivos de desempeño y cronogramas. Cualquier cosa menos corre el riesgo de fomentar la inacción que la creencia de que la innovación es el trabajo de otra persona”.
2 | Evitar ser tu propio obstáculo
Con frecuencia, en el intento de innovar, las empresas se convierten en sus propios obstáculos. Y muchas veces, la causa de estos impedimentos son las mismas burocracias internas. Sin embargo, una gran cantidad de innovaciones han sido frutos de personas inconformistas que eludieron estos procesos de aprobación de manera temprana. Según Mckinsey, lo esencial es lograr un equilibrio: “La burocracia debe controlarse, pero la prisa por llegar al mercado no debe socavar la colaboración interfuncional, los ciclos de aprendizaje continuo y las rutas de decisión claras que ayudan a habilitar la innovación”, dice la consultora.
Algo que puede ser de mucha ayuda en este proceso es derribar las barreras que se interponen entre una buena idea y los usuarios finales. Las organizaciones pueden llevar la innovación al próximo nivel si logran probar sus ideas con usuarios en las primeras etapas del proceso.
3 | Considerar la magnitud de las ideas
Entender cuál es la magnitud y el alcance de una idea es clave para entender cuáles son los recursos y riesgos de su desarrollo. Para que un nuevo producto o servicio llegue al mercado con agilidad -con el volumen y la calidad deseados- deben organizarse las capacidades. Las instalaciones de fabricación, los proveedores, los distribuidores y demás tienen que estar preparados para una implementación rápida y completa.
4 | Tejer vínculos inteligentes
La innovación puede ser mucho más factible si las organizaciones logran tejer vínculos adecuados con los actores correspondientes. Algunas, de hecho, logran ganancias significativas al innovar en alianza con las habilidades y talentos de otros. Además, aceleran la innovación y descubren nuevas maneras de crear valor para la propia empresa, para los clientes y para sus socios.
Pero la colaboración inteligente es mucho más que solo buscar socios externos para generar ideas nuevas y conocimientos. Implica compartir costos, encontrar rutas más rápidas de llegada al mercado y aprovechar oportunidades. Se trata de construir verdaderos ecosistemas desde un enfoque 100% sistemático.
5 | Transformar la innovación en una cultura
Las organizaciones exitosas logran insertar la innovación en las fibras más íntimas de su cultura empresarial. Pero, ¿por dónde comenzar? Simple y complejo a la vez: forjando conexiones entre innovación, estrategia y desempeño. “Cuando una empresa establece objetivos financieros para la innovación y define espacios de mercado, las mentes se vuelven mucho más enfocadas. A medida que esas aspiraciones cobran vida a través de proyectos individuales en toda la empresa, los líderes de innovación aclaran las responsabilidades utilizando los incentivos y las recompensas adecuadas” – Mckinsey & Company
Transformarse en una organización innovadora no es un camino sencillo. Es una construcción de años que afecta a todas y cada de las partes de la compañía. Pero sin dudas, vale el esfuerzo intentarlo. La experiencia de las empresas líderes nos dice que apostar al camino de la innovación maximiza las probabilidades de éxito.
Creatividad e innovación: en la esencia de Grupo Tagle
Sin dudas, creatividad e innovación son dos pilares que atraviesan cada una de nuestras industrias. Pero aún más, estos dos ejes son parte de una manera de ver e interpretar el mundo y un estilo característico de hacer negocios. Nos encontramos de manera permanente evaluando y repensando cómo evolucionar e ir un paso más allá. Desde lo más básico, como la mejora de la experiencia del cliente, hasta cuestiones estructurales como la transformación digital de todos nuestras industrias.
Esto nos impulsa constantemente a la acción. Recientemente implementamos el CRM Salesforce en nuestra industria de movilidad y servicios, con la expectativa de llevarlo muy pronto a las demás. Además, desarrollamos un software de gestión comercial para concesionarios, Asofix, una solución 100% digital que permite eficientizar, evolucionar y hacer más rentable el negocio. Carmuv es otro de nuestros productos tecnológicos de vanguardia, una plataforma de servicios especializada en autos para clientes tech friendly. También nos encontramos atentos a las tendencias de digitalización en la industria del real estate, implementando el uso de masterplan interactivos en nuestros desarrollos. Ampliar los horizontes de cada negocio es una tarea que requiere dedicación permanente. Seguimos por el camino de la innovación porque sabemos que es la vía para mantenernos siempre un paso adelante.